Programa de Concierto





Un paseo por el repertorio de los primeros años de Andrés Segovia, desde los preludios de Tárrega –que descubriera, siendo muy joven, en un carmen granadino– hasta las primeras composiciones que le dedicaron al comienzo de los años veinte, cuando su carrera de intérprete empezaba a adquirir dimensiones internacionales. 





PROGRAMA

Iª PARTE

Francisco TÁRREGA: 5 Preludios

Jaume PAHISSA: Canço en el mar
Claude DEBUSSY: Segunda Arasbesca (Arr. J. Riba)

Pedro SAN JUAN: Una leyenda
Isaac ALBÉNIZ: Córdoba (transcripción histórica de Miguel Llobet)

IIª PARTE

José María FRANCO: Romanza
Vicente ARREGUI: Canción Lejana
Gaspar CASSADÓ: Catalanesca

Adolfo SALAZAR: Romancillo
Ernesto HALFFTER: Peacock-Pie ( Sérénade, Valse y Petite Marche)

Manuel de FALLA: Homenaje a Debussy / Romance del pescador y Canción del fuego fatuo (transcripción histórica de Miguel Llobet)



JAVIER RIBA,
guitarra VICENTE ARIAS (1900)
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NOTAS para el Programa de mano.

LA GUITARRA:

La guitarra que utiliza Javier Riba en este programa es una histórica Vicente Arias de 1900 que perteneció a Gabriel Ruiz de Almodóvar y Burgos (1865-1912), personaje granadino que trató a un adolescente Andrés Segovia en la época en que éste último residía en la ciudad de La Alhambra. Segovia relata en su autobiografía la profunda impresión que le produjo conocer a Ruiz de Almodóvar en un carmen Granadino:
“¡Qué descubrimiento tan maravilloso fue para mí escucharle tocar un preludio de Tárrega, aunque sus dedos fallaran bastante a menudo! Sentí ganas de llorar, reír, incluso de besar las manos de aquel hombre que podía sacar sonidos tan bellos de la guitarra. Mi pasión por la música pareció estallar en llamaradas.”
Este contacto temprano despertó en Segovia su interés por la música de Tárrega y le espoleó al estudio serio de la guitarra de concierto. La guitarra Vicente Arias de Gabriel Ruiz de Almodóvar se erige, según este testimonio, en columna de la historia de la guitarra pues guarda en su “aljibe de madera” los ecos de ese preludio de Tárrega que marcó el inicio de la carrera artística de Andrés Segovia.


El REPERTORIO:

El recital se inicia con una selección de Preludios de Tárrega que pretenden evocar aquel hechizo granadino. Prosigue con dos adaptaciones de música para piano. Las transcripciones de piezas pianísticas han sido fundamentales en el desarrollo técnico de la guitarra. En este programa se presentan dos arreglos muy singulares y de gran trascendencia histórica: Córdoba de Albéniz, en versión de Llobet (a partir del manuscrito que se conserva en el archivo de Segovia) y la Arabesca segunda de Claude Debussy. Sobre esta última cabe señalar que Segovia la incorporó a sus programas en 1913 siendo, quizá, el primero en tocar música de Debussy en la guitarra­, hecho muy relevante si consideramos la osadía estética y técnica que esta pieza significaba en el contexto de los programas convencionales de su época.
Con la Canço en el mar de Pahissa –una obra que el compositor catalán dedicó a Segovia en 1919– se inicia un proceso de renovación del repertorio guitarrísitico que se desarrolló, en gran medida, bajo la influencia del intérprete andaluz. De la ingente cantidad de obras que recibió Segovia en esos años escritas por compositores no guitarristas solo algunas fueron estrenadas por él, quedando el resto olvidadas en su archivo. Ese fue el destino de las obras de Pahissa, de San Juan y de Arregui, que se presentan en este recital; obras muy sobresalientes que se incorporan ahora a nuestro repertorio gracias a la pertinaz labor editorial de Angelo Gilardino.
Entre las que sí cobraron vida en concierto a través de las prodigiosas manos de Segovia, el programa incluye algunas novedades muy significativas, como el desparecido Peacock-Pie de Halffter que Javier Riba presenta en primicia en una reconstrucción realizada a partir de varias fuentes. Estamos ante una obra fundamental del repertorio guitarrístico del siglo XX que fue estrenada por Segovia en 1923. Un año antes, Segovia incorporaba a su repertorio la obra vértice de esta época: el Homenaje a Debussy de Falla, composición que compartiría programa con otras obras “nuevas” como la Romanza de Franco, la Catalanesca de Cassadó y el Romancillo de Salazar, todas dedicadas a Segovia. Estos conciertos significaron la incorporación definitiva de Segovia en la renovación del repertorio guitarrístico contemporáneo, un proceso que ha cambiado la historia de la guitarra en el siglo XX.


El INTÉRPRETE:

Javier Riba (Córdoba, 1974) es profesor en la cátedra de guitarra en el CSM “Rafael Orozco” de Córdoba y compagina su labor docente, con la actividad concertística y la investigación.
En el año 2008 publica el CD “Isaac Albéniz, la guitarra soñada” (Tritó TD-0050) que contiene la primera grabación de EvocaciónEl Puerto y Almería de Iberia en transcripción para guitarra sola, entre otras piezas del ilustre compositor español. Este registro ha sido aclamado por la crítica (Diverdi, Scherzo, Opus Música, El País…) y goza de una importante difusión internacional. En 2009, Coincidiendo con la efemérides de Albéniz, Javier Riba realiza una gira por España que le lleva a actuar en Madrid, Barcelona, Vitoria, Logroño, Sevilla, Albacete, Córdoba, Almería, Gran Canaria…
Comprometido con la música de su tiempo colabora habitualmente con el compositor cubano Leo Brouwer, quien le ha invitado recientemente a participar en el espectáculo “Brouwer esencial” en el Gran Teatro de La Habana, en Cuba, junto a varios artistas internacionales. Javier Riba protagoniza varios estrenos, destacando los realizados en colaboración con el compositor Juan de Dios García Aguilera, quien le ha dedicado suQuinteto con guitarra y, más recientemente, Páramos del infierno de El Bosco, concierto para guitarra y orquesta. En Marzo del 2010 Javier Riba debuta en el Auditorio Nacional de Madrid bajo la dirección de Manuel Hernández Silva y la Orquesta de Córdoba en el estreno del citado concierto de García Aguilera. El compositor italiano Angelo Gilardino ha dedicado en 2011 a Javier Riba una fantasía para guitarra y orquesta de Cámara titulada Cruces de mayo.

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